Ficha Simona

Descripción Psicológica
Como yo lo veo, todas las vidas son una pila de cosas buenas y malas. Las cosas buenas no siempre aligeran a las malas. Pero, al contrario, las cosas malas no necesariamente arruinan a las buenas, ni las hacen menos importantes.

Maleducada, pero esto no tiene que ver con los modales. Ella ha sido mal educada. La educaron mal. Come con la boca abierta, sube los pies a la mesa, no se limpia los mocos, putea cada dos segundos. Sus uñas sirven para limpiar los restos de comida que le quedan entre los dientes, también para defenderse cuando algo le parece equivocado. No dialoga, no manda cartas –esto quizás porque no sabe escribir más que su nombre y apenas sabe leer lo básico-, no cuenta hasta diez ni tampoco piensa más de una vez lo que dirá.

Fuma como si su vida dependiera de ello, le gusta la idea de conocer a alguien y llevárselo a la cama simplemente porque quiere y puede hacerlo. Tiene un buen corazón escondido entre muchas capas de estupidez e ignorancia. Desconoce la mayoría de las cosas y tampoco le interesa gastar su tiempo en ese tipo de situaciones, prefiere juntar dinero, ayudar donde pueda o donde la necesiten y quizás perderse en algún callejón lleno de pequeñas tiendas donde podrá mirar algún objeto para luego soñar con él.

Le falta inteligencia emocional y también empatía, suele decir palabras equivocadas porque desconoce su significado, no es egoísta del todo, aprendió desde pequeña a compartir aunque sea a la fuerza. No se aferra a lo material y deja en deseo sus ambiciones concretas. Es bruta, tosca, grosera, lo es sin darse cuenta, es brusca en su modo de hacer cariño, no sabe como acariciar a menos que le estén pagando e interprete el papel que cree. A ratos parece más bien un animalito salvaje al que aún no han domesticado.

Historia
Tiene una familia grande, de verdad grande. Es la segunda hija de Augustus y Sophia Pond, antes sólo había nacido Sharon y luego de ella vinieron Rory, Elliot, Vincent, Morgan, Ambrose, River, Madison, Craig, Victoria y Amelia. Una infancia llena de carencias económicas, jamás tuvo algo que fuera verdaderamente propio, debió compartir hasta las escasas prendas de ropa interior que poseía y hasta el momento de salir tuvo que dormir con dos de sus hermanas. No estudió y ni siquiera aprendió a escribir su nombre hasta los 12 años, fue también a esa edad que decidió que buscaría un futuro propio y no uno que estuviera escrito por alguien más. Su hermana, tan sólo 2 años mayor, ya estaba trabajando en la casa de unos señores conocidos de sus padres y a ella le bastaba esperar unos meses para seguir ese camino.

Trabajó en una tienda donde debía limpiar los desperdicios y juntar el dinero suficiente para llegar a Paris, sabía que ahí encontrar donde vivir o donde encontrar algún modo de conseguir dinero no sería fácil. Viajó algunos días hasta las afueras y la recibieron como ayudante en la cocina de una casa donde sus integrantes podrían ser perfectamente sus abuelos. Durante 4 años aprendió las labores del hogar, a preparar platos refinados y otros no tanto, manejar algunos animales y conocer como vive la gente con dinero. Siempre se sintió a gusto pero nunca perteneciente, justo después de cumplir los 17 años decide que es tiempo de volver a la ciudad, ya conoce el idioma e incluso puede leer un poco también, aprendió a escribir su nombre y puede firmar papeles importantes.

Entró a un burdel menor por un tiempo hasta que su rostro le ayudó a conseguir un puesto en el más concurrido, aún tiene a los clientes que nadie más quiere, esos demasiado borrachos o que no pagan mucho. Les sonríe con los dientes chuecos y muestra sus dotes que parecen realmente innatos en ella. Ha aprendido a medida que el tiempo avanza, sobre la marcha conoce lo que los hombres quieren, disfruta de lo que hace y saca provecho a las situaciones. No tiene idea que hará en el futuro, vive el día a día, recuerda a su familia y le gustaría visitarlas, escribirles pero siempre dice que no tiene tiempo, aunque en realidad son sólo excusas para enfrentar todo.


Datos Extra
-Tiene los dientes chuecos, una separación grande entre los frontales y no le gusta cepillarse el cabello.
-Le gustan los hombres y las mujeres por igual.
-Ayuda a otras personas pero detesta que le digan gracias.
-Está ahorrando para comprarse una casa algún día.
-No quiere casarse ni tener hijos.